Linda Flores (@Magnolisima)
No hace mucho, me enteré que una amiga y su esposo estaban desaparecidos y por ese momento de dolor, la impotencia me hizo pensar que ya todo estaba perdido en este Estado, en este país, en la humanidad. Justamente ese día una amiga también, maestra de universidad y preparatoria me decía que este país estaba condenado y que ya no había salvación alguna, que nuestros gobernantes son incapaces de hacer algo, que la violencia generalizada no se puede evitar y pareciera que no hay nada ni nadie que haga algo por frenarla y mientras la oía me dolía mucho más la desaparición de mi amiga. Pero yo me aferro a creer en algo, porque existen cosas y personas por las que no podemos darnos por vencidos; no podemos quedarnos repitiendo que esto a lo que nuestro “presidente” llamó GUERRA ya se perdió, porque quienes perdemos diariamente somos nosotros los ciudadanos y ciudadanas. Yo no quiero darme por vencida y elijo no quedarme inmóvil mientras “desaparecen” a mis gentes, cierran mis espacios y me roban mi libertad, no me voy a dejar por que hay muchas cosas por las que vale la pena seguir:
No hace mucho, me enteré que una amiga y su esposo estaban desaparecidos y por ese momento de dolor, la impotencia me hizo pensar que ya todo estaba perdido en este Estado, en este país, en la humanidad. Justamente ese día una amiga también, maestra de universidad y preparatoria me decía que este país estaba condenado y que ya no había salvación alguna, que nuestros gobernantes son incapaces de hacer algo, que la violencia generalizada no se puede evitar y pareciera que no hay nada ni nadie que haga algo por frenarla y mientras la oía me dolía mucho más la desaparición de mi amiga. Pero yo me aferro a creer en algo, porque existen cosas y personas por las que no podemos darnos por vencidos; no podemos quedarnos repitiendo que esto a lo que nuestro “presidente” llamó GUERRA ya se perdió, porque quienes perdemos diariamente somos nosotros los ciudadanos y ciudadanas. Yo no quiero darme por vencida y elijo no quedarme inmóvil mientras “desaparecen” a mis gentes, cierran mis espacios y me roban mi libertad, no me voy a dejar por que hay muchas cosas por las que vale la pena seguir:
Por las Barrancas del Cobre.
Por ir a visitar Parral y saberme en la capital del mundo.
Por los asaderos de Villa ahumada.
Por el buen sotol.
Por las madres de las desaparecidas que salieron a buscar JUSTICIA.
Por Guachochi.
Por las manzanas de Cuauhtémoc.
Por las dunas de Samalayuca.
Por un buen café del Kaldi.
Por la poesía de Susana Chávez.
Por un juego de beis de los mineros de Parral y los Dorados de Chihuahua.
Por el parque el Chamizal.
Por NUESTRO RIO BRAVO.
Por una noche en el calicanto.
Por los hoy en Chihuahua.
Por la UACJ.
Por Madera y sus 40 casas.
Por quienes hacen paz.
Por los jamoncillos.
Por la semana santa con los rarámuri.
Por el queso los pinos.
Por el pinole.
Por quienes caminan los sábados y siempre por las causas, esas que son de verdad.
Por la cerámica de Paquimé.
Por las águilas de la UACH.
Por los huizaches.
Por los chamorros y las costillitas de “la cerve”
Por Tomochi.
Por el corrido de Chihuahua.
Por la carne seca.
Por la gente que sale a pasear en bicicleta los domingos.
Por el perrito de la pradera.
Por las organizaciones de mujeres que alzan la voz para darle voz a mujeres que no la tienen.
Por las Adelitas.
Por las tripitas de la 27.
Por la mariscal en Juárez.
Por el pan de la francesa en Ojinaga
Por los burritos y los montados.
Por las gorditas estilo la 25.
Por un bull en la Antigua Paz.
Por Urique.
Por Nelly Campobello.
Por las carnes asadas del verano.
Por saber que Pancho Villa “peleó” en Chihuahua.
Por la lechuguilla.
Por el tesgüino.
Por las faldas rarámuri.
Por los músicos de las cantinas.
Por los mariachis de la Aldama.
Por “la liber”.
Por las banderillas de “la liber”.
Por poder caminar en “la depor”.
Por comer un elote en el palomar.
Por los indios de Juárez.
Por los chapareques.
Por las galletas menonita.
Por los archivos que guardan la historia de Chihuahua.