miércoles, 2 de julio de 2014

Algunas consideraciones sobre la necesidad de saber



Por Antonio Gonzáles


En los últimos días se ha difundido la noticia[1] del descubrimiento de fosas comunes en el estado de Texas donde se afirma que los cuerpos que estaban en las fosas no presentaban el cuidado debido que por ley se le tiene que prestar a los restos, puesto que no estaban identificados ni registrados en algún tipo de procedimiento forense, al parecer algunas partes de los cuerpos estaban tiradas en bolsas para basura. Algo en común que tienen todas las notas revisadas es la reiteración que hacen en tanto a la causa de muerte: la muerte al sol en el desierto, y el cansancio como causa de muerte.
 
 
Según los medios revisados, los antropólogos forenses Lori Baker y Krista Lathman, investigadores de la universidad Baylor, exhumaron 110 cuerpos sin identificar en el 2013, y este año han recuperado 52 más[2] en fosas comunes.  Sin embargo, los   medios de comunicación han manejado este suceso como si fuera noticia, como si hubiera comenzado dos semanas atrás, siendo que el “asunto” de los migrantes, la desaparición de los mismos, y su muerte por diversas causas -pero siempre sin ser esclarecida-, es algo añejo, no hay reflexiones que para quienes leemos las noticias nos hagan comprender y asimilar que esta violencia no puede sino crecer con los años; tanto hermetismo e información confusa sobre el tema de las migraciones sólo abre la cabeza a más preguntas, a más fantasmas deambulando por el desierto, con sed de esperanza, y a más familias esperando razones de esos que se fueron y de los que ya no volvieron a saber nada.
Dejando de lado las causas  de la muerte, dando la posibilidad -como se reitera- que haya sido todo por cansancio, el hecho de que los cuerpos no se identifiquen, que no se haga nada al respecto, ni siquiera lo mínimo (necropsia de ley), da espacio para múltiples violaciones de derechos humanos en las cuales al no investigarse y donde el mensaje doble es un Estado que en apariencia ayuda a cubrir los actos brutales de los que son víctimas los migrantes y sus familias, abre la puerta al tema de la responsabilidad de asumir tratados internacionales en materia de migraciones.
Ante la falta de interés de los diferentes países que conforman las rutas migratorias desde Sudamérica hasta los Estados Unidos de América (EUA), y de los estados de EUA (no solo el texano), y debido a que el problema de las fronteras parece no terminar, y al contrario, se recrudece con el uso de las nuevas tecnologías orientadas al control de territorialidades, las labores como la identificación de restos cobran un carácter imperativo en el cual es necesario promover líneas de investigación conjunta, de  identificación y cuidado de los restos  para elaborar las estadísticas requeridas para  el conocimiento de flujos migratorios, y las violencias que afrontan las y los migrantes, es en este proceso donde los estudios de las migraciones,  sus causas y su historia, serán elementos centrales para poder dar identidad a los restos encontrados en el desierto, todo apoyado en técnicas de identificación forense, donde, en este caso, EUA debiera de estar asumiendo su responsabilidad y haciendo  los estudios forenses correspondientes  para después cumplir con obligaciones de derechos humanos en las cuales es preciso darle paz a los familiares de los desaparecidos entregándoles el cuerpo que muy probablemente se encontró en esa fosa común en Texas, o en muchas otras que están a lo largo de todas las rutas de la migración.
Conoce algunas referencias:

Madre salvadoreña que en busca de su hija a quien no ve desde hace más de 10 años.
Imagen Por un Chihuahua Libre y Sin Temor

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