martes, 29 de abril de 2014

Comunicado de prensa

Huehuetoca, Estado de México, lunes 28 de abril, 2014 

Al Gobierno Federal, A los gobiernos de los estados por los cuales transitan los migrantes, Al Instituto Nacional de Migración, Al Centro Nacional de Derechos Humanos y las comisiones estatales, A las organizaciones de apoyo a migrantes, A los medios de comunicación y a la sociedad civil 
El 17 de abril, al ser impedidos por la empresa ferroviaria a llevar a cabo un viacrucis migrante en “La Bestia,” alrededor de 450 migrantes decidimos empezar a caminar, acompañados por defensores de derechos humanos y la sociedad civil. Cientos de migrantes más se sumaron al grupo mientras la caminata crecía y seguía; logramos el libre tránsito por el estado de Veracruz mediante una reunión con el gobernador llegando al DF donde se realizaron marchas y reuniones con autoridades del gobierno federal adquiriendo oficios de salida de 30 días para los más de 1000 personas migrantes integrantes del viacrucis. 
Hoy, 28 de abril, nos encontramos en el Albergue San Juan Diego en Huehuetoca, Edomex, aproximadamente 800 migrantes acompañados por defensores de los derechos humanos, personas de la tercera edad, hombres, mujeres y niños. Siendo coherentes con la exigencia de viajar dignamente y sin violencia nos encontramos en búsqueda de un medio de transporte que evite el uso de la Bestia, el paso más peligroso para las y los migrantes, debido a que el Estado mexicano no ha llevado a cabo las acciones pertinentes para garantizar la seguridad de las personas migrantes en su tránsito por México y menos, por esta vía. En este sentido, hoy como al inicio del viacrucis, las exigencias que tenemos siguen siendo: libre tránsito, alto a extorsiones, secuestros y asesinatos a migrantes por parte del crimen organizado, protección continua en toda la ruta para las personas migrantes en tránsito, desaparición del INM. 

Debido a la fortaleza que ha adquirido el viacrucis, el recorrido se ha extendido y la lucha de los migrantes ha rebasado sus intereses personales, ya que, a pesar de que contamos con un documento que nos permite transitar por México, hemos decidido  mantenernos unidos para el beneficio de los que vienen atrás.  Para poder continuar nuestro camino solicitamos que se cumplan los compromisos de las autoridades correspondientes para que las personas migrantes puedan transitar con seguridad, dignidad y libertad. Nuestro grupo cuenta con mujeres niños y personas de la tercera edad, en esta región hay frío y peligro y es imprescindible que nosotros, tanto como el flujo migratorio en general, sigamos adelante, por lo tanto:

1.- Pedimos urgentemente que se otorguen autobuses para que lleguemos a San Luis Potosí y a Saltillo, donde nos esperan los albergues de apoyo a migrantes. 
2.- Solicitamos el acompañamiento de la seguridad pública y de las comisiones de derechos humanos nacional y estatales en todo el camino. 
3.- Invitamos a las organizaciones de la sociedad civil y las personas que residen en los lugares por donde iremos pasando que acompañen nuestro camino
4.- Insistimos en no exponernos al sufrimiento y peligro de viajar en el tren. Si no contamos con autobuses, nos encontraremos obligados otra vez a seguir a pie.
Atentamente
El Viacrucis Migrante

viernes, 18 de abril de 2014

Homilia en el funeral de SAMUEL GUSTAVO GÓMEZ VELETA

Quizás no se experimente con tanta fuerza la “necedad de la predicación”, de la que nos habla san Pablo, sino... cuando se debe realizar y escuchar en medio de situaciones tan adversas, como son el sufrimiento y la muerte. Son insuficientes las palabras, ociosas y a veces hasta molestas. Pero es el mismo san Pablo el que nos da testimonio de la fuerza salvífica de la Palabra de Dios. Nos invita a anunciar a tiempo y a destiempo. La Iglesia nos enseña que no hay realidad humana que el Evangelio no pueda iluminar.

 Nuestro corazón está invadido por una profunda tristeza, como la que experimentó Jesús frente a su muerte: “Mi alma está llena de una tristeza mortal”, lo escuchabamos decir el domingo de Ramos; y también: “Padre mío, si es posible aparta de mí este cáliz…” Jesús no quería morir, amaba la vida. Una tristeza como la de María, la cual sintió que una espada le atravesaba el alma, cuando estaba frente a la cruz; una tristeza semejante a la de tantas familias, víctimas de la violencia presente en nuestro Estado. El dolor más inmediato e intenso nos viene por el sufrimiento de la familia de Samy o Tavito(sus padres, hermana, sus abuelos, tíos y tías, primos). Les ofrecemos todo nuestro afecto, cercanía y oración. Admiramos enormemente el respeto que ustedes manifestaron hacia la vocación de Samuel, comprendiéndolo o no, le dieron toda la libertad para elegir lo que Dios le indicaba en su corazón. La satisfacción de haber regalado a Samy la alegría de seguir a Cristo por este camino, es de ustedes, nadie se las deberá arrebatar, ni la misma muerte. Ustedes podrán sentirse orgullosos de que Samy haya elegido la mejor parte, que nadie le quitará. Sé que es difícil en estas circunstancias poder valorar lo que significó para él la oportunidad que le dieron de ser verdaderamente libre.

La muerte de los seres queridos siempre es un escándalo, es incomprensible, se vive como algo que no debe suceder, siempre nos lastima profundamente; nunca estamos preparados para este acontecimiento. Hoy estamos frente a un hecho más absurdo aún. La muerte se ha ensañado, como en tantas otras ocasiones en que aparece el capricho humano. Uno que está comenzando a vivir, que ha elegido el camino del Señor, uno que sueña con gastar su vida al servicio de sus hermanos, un inocente, es alcanzado por la violencia. La muerte de un inocente siempre es más dolorosa. Ahora no podemos decir que es la voluntad de Dios, está muy visible la voluntad humana. No usemos a Dios para ocultar nuestra responsabilidad. Habrá quien arremeta contra Dios pensando: ¿Quién es el “inteligente” –por no decir el tonto- que dispone así las cosas? ¿Dónde está el Padre misericordioso que se anuncia en el Evangelio? ¿Dónde está su poder? ¿Es cierto que Cristo ha vencido a la muerte? La duda de Job se asoma a nuestro corazón: “Diré a Dios: No me condenes, explícame porque me atacas. ¿Te parece bien oprimirme, despreciar la obra de tus manos, y favorecer los planes del malvado? ¿Tienes acaso ojos de carne o ves las cosas como un mortal?.. Con la furia de un león me das caza, repitiendo tus proezas a mis costa, renuevas tus ataques contra mí, contra mí redoblas tu furor, tus tropas vuelven de nuevo sobre mí”(Job 10, 1-4; 15-17).
Sin embargo, desde el cielo se deja escuchar la pregunta acusadora de Dios: “Caín dónde está tu hermano…La sangre de tu hermano está clamando al cielo”; no se permite ser utilizado para justificar la cultura de la muerte. Absolutamente Dios no está de acuerdo de que un hermano atente contra la vida de su hermano. La vida es sagrada, le pertenece a Dios. El que dispone de la vida está usurpando el lugar de Dios y no se le dejará de pedir cuentas a los asesinos. De cara a quien lo traicionó, Jesús dijo: “El Hijo del hombre debe morir cómo está escrito, pero hay de aquel por quien el Hijo del hombre va a ser entregado, más le valiera no haber nacido”. Y esto vale tanto para la vida que está en sus plenas facultades, como la que comienza en el vientre materno o la que está apagándose por enfermedad o ancianidad. ¡No mataras! Y el que mate será llevado a un tribunal de castigo, es el grito de Dios desde el cielo. Caín sigue vivo, causando la muerte de sus hermanos u omitiendo dar vida. Caín es todo el que de algún modo colabora con la cultura de la muerte. Colabora con la muerte y el sufrimiento de los inocentes todo el que se aparta del camino del Señor: “El que no ama a su hermano es un asesino”, nos dice san Juan(1Jn 3,14). En cambio quien ama ha pasado de la muerte a la vida. “Yo les digo –dice Jesús- Todo aquel que se encolerice contra su hermano, será reo ante el tribunal; el que llame a su hermano imbécil, será reo ante el Sanedrín; y el que le llame renegado, será reo de la gehena de fuego”(Mt 5, 21). Ninguna muerte entre hermanos es la voluntad del Señor, revisemos nuestra vida, podemos ser cómplices de la muerte. Indignémonos contra la muerte violenta, contra los violentos, pero hagámoslo poniendo toda nuestra vida a la luz del Evangelio, no generemos oscuridad. La violencia engendra violencia. La violencia que provocamos tarde o temprano volverá a nosotros. Tenemos siglos, milenios queriendo arreglar las cosas a golpes. Démosle oportunidad por un tiempo a la sabiduría de Jesús: “Amen a sus enemigos y rueguen por los que los persigan, para que sean hijos de su Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y llover sobre justos e injustos”(Mt. 5, 44). Parece una irresponsabilidad estar diciendo esto aquí, pero es la palabra de Dios dicha en escenarios semejantes a los nuestros o quizá peores. Esto no es cancelar la justicia, pero no la puedo aplicar como si yo mismo no fuera un condenado a muerte que ha sido perdonado. ¡Necesitamos caer en la cuenta de que hemos sido amados incondicionalmente, es el mensaje central de esta semana! Todo el que construye madrigueras de corrupción y de impunidad está de acuerdo con esta muerte y otras semejantes. Nada de que es la voluntad de Dios, al contrario, él sigue preguntado: ¿dónde está tu hermano? Y no sólo se tratará de no matarlo, sino ayudarlo a entrar en la fiesta de la vida. Mientras haya resentimientos, pobrezas materiales y espirituales, mientras no resuene en el corazón de todos la buena noticia del amor de Dios, estamos en peligro. Nadie puede conformarse con que su pequeño círculo está iluminado y en paz, mientras haya sombras morales, culturales, espirituales en cualquier lugar, la muerte estará al asecho.

Jesucristo suscitó un movimiento de rebeldía frente a la muerte; no le rindió culto. Hoy hay quien le rinde culto a la “Santa muerte”, seguro que no sabe lo que hace, y solo se trate de la necesidad de creer en algo. Les invito a entrar en la rebelión de Jesucristo, para ello es necesario saber apreciar la vida verdadera, la que no se acaba, porque llegará el momento en que habrá que decidir entre la vida pasajera y la vida eterna. La única astucia que vale frente a la muerte es la fe, el Evangelio, que Jesucristo resume, hoy jueves santo, al mandamiento principal: “ámense como yo los he amado”. Nosotros tenemos nuestro plan para superar la muerte: “si eres el Hijo de Dios, convierte las piedras en pan”, o “si eres el Hijo de Dios bájate de la cruz”. Detrás de esto está siempre el afán de poder. Todo se hace más difícil porque nos amamos egoístamente a nosotros mismos. Tanto que insistió Jesús en que: “el que se ama a sí mismo se pierde, y el que se aborrece se asegura para la vida eterna”. El egoísmo nos hace muy vulnerables. Si viviéramos más escondidos en Dios, es decir más metidos en su Palabra, en sus sacramentos, en su comunidad, estaríamos a salvo de cualquier peligro. Nuestra vida ya está escondida con Cristo en Dios, esto debido a la Resurrección del Señor. La muerte no tiene uñas tan largas como para arrancarnos del corazón de Dios. Somos miembros de Cristo por el Bautismo y la muerte no tiene domino sobre él. Esta es la rebelión de Jesucristo, ponerse a salvo en Dios, entrar en su amor. Sólo el amor de Dios y de los hermanos nos puede apartar de la inocencia del egoísmo. El pecado es pura fragilidad, hace que nos derrumbe fácilmente el mundo. Pongámonos al resguardo de la mirada de Dios. Ahora es Dios, que como a Job, pide cuentas a los hombres: ¿Dónde está mi Hijo? Lo han destrozado por su obstinación. El espectáculo del crucificado equivale a la necedad de hombre y mujeres inconscientes. Ustedes también me deben a mi Hijo, nos dice hoy Dios, se lo comieron. Por el mismo motivo que acabaron con Samuel, terminaron con mi Hijo muy amado. Jesucristo era la ternura de Dios y fue tratado como un delincuente. La historia se repite y se seguirá repitiendo mientras no hagamos justicia a la muerte de aquel inocente condenado inicuamente hace aproximadamente dos mil años, y por si alguno no sabe de quién se trata, se llama Jesús de Nazaret. No es un hecho del pasado, Jesucristo sigue padeciendo hoy en todas las víctimas del egoísmo humano. Él vino a derramar su sangre para que ya nadie tuviera que ser lastimado: “Él ha sido herido por nuestras rebeldías, molido por nuestras culpas. Él soportó el castigo que nos trae la paz, y por sus llagas hemos sido curados(Is. 53,5); sin embargo, nosotros le tuvimos por azotado, herido de Dios y humillado(Is. 53,4). Tenemos una deuda muy grande con ese condenado a muerte. Nosotros participamos en su linchamiento, gritábamos y seguimos gritando: ¡Crucifícalo, crucifícalo! Seguimos eligiendo a Barrabas, al mundo, la mentira, la injusticia. El tal Barrabas es un asesino, es el que mata a nuestros jóvenes el que siembra el terror en nuestras familias, y nosotros seguimos pidiendo su indulto y para Jesús que es el camino, la verdad y la vida, la muerte. Mientras no le hagamos justicia al Padre del cielo, por lo de su Hijo muy amado, por el cual nos suplicaba casi de rodillas que no lo matáramos, que lo escucháramos, que creyéramos en él, siento mucho decir que la muerte no se apartará de nosotros. No se trata de la venganza de Dios, sino de aquellas sabias palabras de Jesús a las mujeres de Jerusalén que lloraban: “No lloren por mí, lloren por ustedes y por sus hijos, porque si esto hacen con el árbol verde, que no harán con el seco”. Si no existe en el corazón del hombre el sentido de la vida, de la dignidad, del amor, ¿qué nos espera a todos? La muerte de Samy nos confirma estos temores de Jesús. Quizá él también desde el cielo nos estará diciendo: “No lloren por mí, lloren por ustedes”. ¿Dónde está tu hermano Jesucristo, dónde está mi Hijo muy amado? No dejemos morir a Samuel, no desperdiciemos su sangre, sino que sirva para purificar nuestros corazones, para rebautizar nuestra fe y pueda resucitar en una comunidad de creyentes más comprometida con el Evangelio y con la vida.

Desde esta eucaristía, desobedecemos a la muerte, que nos quiere callar, arrancar la esperanza. Cantamos el misterio de la vida, cuando la muerte fue herida de muerte por Jesucristo desde la cruz. Íntimamente asociados al misterio de Jesús por esta Eucaristía, nos atrevemos a gritarle a la muerte en su propia cara: “¿Dónde está oh muerte tu victoria, dónde está oh muerte tu aguijón?
P. Martín Barraza (Rector del Seminario)
 
 

miércoles, 2 de abril de 2014

Boletín de prensa: Chihuahua Pintando Conciencia (El proyecto Bandana, Haciendo Conciencia)

Chihuahua, Chih., a 02 de abril de 2014
 

Chihuahua pintando conciencia (El proyecto Bandana, Haciendo conciencia)



El Instituto Tecnológico de Monterrey, La universidad autónoma de Chihuahua, Claustro Universitario de Chihuahua, la Universidad Pedagógica Nacional del Estado de Chihuahua, y la Normal de Estado, a través de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, y el grupo por un Chihuahua Libre y Sin Temor, unimos esfuerzos con la Alianza Nacional de Campesinas para generar conciencia sobre la realidad que viven las mujeres migrantes de todo Latinoamérica que trabajan en los Estados Unidos. 
Para las campesinas el usar un pañuelo que cubra su rostro, ha sido entendido como una herramienta para protegerse contra la violencia sexual, por ello, como comunidad académica consciente de lo que son la migración y sus implicaciones, entre ellas, violencia sexual, trata de personas y muchas otras formas de violencia, y con el objetivo de fomentar conciencia social en la comunidad estudiantil, abriremos las puertas de nuestras escuelas para que alumnas y alumnos puedan participar en esta iniciativa que se realizará durante todo el mes de abril (mes dedicado a hacer visible la violencia sexual), donde la comunidad estudiantil será invitada a pintar pañuelos blancos que incluya un mensaje de solidaridad para las mujeres y las niñas migrantes.
 
La meta será tener al miércoles 30 de abril, 400 bandas pintadas que se le harán llegar a las mujeres y niñas migrantes a través de la Alianza Nacional de Campesinas (organización de los Estados Unidos, que trabaja directamente el proyecto de la fundación Esperanza y tiene su sede en USA).
 
* El Proyecto Bandana surge en los Estados Unidos en el 2007 por la iniciativa de la Subdirectora del Centro de los Derechos del Migrante, Inc., Mónica Ramírez, cuando era Directora del Proyecto Esperanza del Southern Poverty Law Center, y tiene como objetivo hacer visible el acoso y el abuso sexual que sufren las mujeres migrantes. Fue un grupo de juristas, comunidad académica y universitaria quienes en solidaridad empezaron a pintar bandanas para hacerlas llegar a mujeres empleadas en campos agrícolas.
 
* Según la National Agricultural Worker Survey, se estima que hay 3 millones de campesinos empleados en los Estados Unidos. 
 
*  Las mujeres componen 21% de la población campesina o, aproximadamente, 630,000.   
 
* La mayoría de los campesinos de EEUU nacieron en México. 
 
* Los campesinos laboran en campos agrícolas, empacadoras y viveros por todos los Estados Unidos.  Cosechan y empacan frutas, vegetales, semillas, nueces y muchos otros productos.  Plantan y cultivan flores, árboles, helechos y arbustos, entre otros trabajos agrícolas. 
 
* Algunos de estos trabajadores migran de ciudad en ciudad y estado en estado para laborar.  Otros campesinos desempeñan labor temporal en un estado y ciudad según la estación.  Algunos campesinos son trabajadores reclutados internacionalmente, también conocidos como trabajadores invitados H-2A, que son llevados a trabajar en los EEUU en base temporal. 
 
* El trabajo agrícola generalmente se caracteriza como difícil, peligroso, de salario muy bajo y sin ninguna prestación. 
 
* Las campesinas frecuentemente sufren de robo de sueldos, acoso, discriminación de empleo, exposición a pesticidas, y condiciones de riesgo, entre otros problemas. 
 
* Las campesinas experimentan violencia mientras migran: en sus hogares, en el trabajo y en la comunidad. Algunas de estas mujeres sufren violencia doméstica, asalto sexual y/u hostigamiento sexual. 
 
* La violencia sexual en el trabajo es un problema persistente que confrontan las campesinas. 
 
* Las campesinas son vulnerables a la violencia sexual laboral a manos de reclutadores, supervisores, compañeros de trabajo, mayordomos, dueños de compañías, clientes y otros. 
 
* La violencia sexual laboral contra campesinas va desde el contacto y comentarios inapropiados hasta la violación.  A veces, esta violencia puede ocurrir en forma continua que escala hasta actos mucho más brutales. 
 
* Pocas campesinas víctimas de violencia buscan ayuda o levantan cargos a los perpetradores/abusadores. 

* Las campesinas enfrentan condiciones abusivas y de explotación debido a su estatus inmigratorio.  Viven y trabajan en temor de deportación que les separaría de sus hijos/as, muchos de los cuales son ciudadanos de EEUU 
 
* Las campesinas, muy seguido, tienen demasiado miedo de llamar la atención si reportan crímenes, desafían prácticas laborales ilegales o buscan mejores condiciones laborales.
 
* Según la National Agricultural Worker Survey, se estima que hay 3 millones de campesinos empleados en Estado Unidos.
 
* Las mujeres componen 21% de la población campesina, aproximadamente, 630, 000.
 
* La Mayoría de los campesinos empleados nacieron en México.

FUENTE: ALIANZA NACIONAL DE CAMPESINAS
ENERO DE 2014

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