viernes, 12 de julio de 2013

La vida no es mercancía


En la imagen el señor Leobardo Tlapanco que busca a su hija
(Foto: acervo Por Un Chihuahua Libre y Sin Temor)

MARTES
En martes las calles silentes
sonríen en azul y naranja 
los pasos se aquietan al roce de un pensamiento:
no poder circular ante lo impune

En martes
la hora más triste          es el llanto de una madre       
que despide tiernamente a las hijas de la noche
a esos cuerpos que se arropan con atardeceres
para regresar a su desdicha.

En martes Rosario se mordió los labios
al saberse un alma más perdida
con carnosa boca fue incitada a deambular
por los callejones del deseo cuando carecía de excitación
los martes con un adiós la acabaron sin terminar.

Entre los cerros
arrojada a compañía desconocida
en una habitación gimió descalza
sin sábanas ni argumentos                                                                                                                    
fue entregada al dios de la deriva.

En martes sólo fue carne engullida, libido mordaz,
corazón en menoscabo que allende lágrima o sonrisa,
 dejó envejecer su ilusión en brazos ajenos.

Ahora,  este rezo insulso pretende celebrarla inconexa
entre vida y suerte
con un atardecer amoroso que ocurrió en disyunción
aceptándola el desierto como parte de su piel             
o como una lágrima más que se secó en la arena
en la espera de justicia.



                                         Zerk Mauri (Escritor, Cd. Juárez)
  

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